domingo, 19 de enero de 2014

Romance del prisionero

Por el mes era de mayo
cuando hace la calor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor,
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Triste de no estar al lado
de una moza que es mi amor,
de no poder oler las flores
que derrochan su color,
de un sol cuando amanece
que brilla como mi amor,
del susurro de los árboles
cuando se mueven al son,
y el canto de las chicharras
cuando más sofoca el sol.
En esta fría mazmorra
se me hiela el corazón.